La desembocadura del río Lagares albergó una explotación de sal por evaporación que estuvo operativa desde el siglo XII hasta el siglo XIX. Durante el recorrido, además de su contextualización histórica se hizo una descripción de las principales características de este ecosistema formado por acción antropogénica, atendiendo a las principales especies animales y vegetales. En el plano histórico, se compararon los métodos empleados a lo largo de esos siglos con el empleado por los romanos en la salina de Rosalía Castro cuyo yacimiento, Centro Arqueológico del Areal-Salinae, es gestionado por el Museo del Mar de Galicia